preconcurso_headrentingUna veterana empresa industrial contrató a Reimatel Management el servicio de alquiler en head-renting de tres directivos profesionales para levantar el pre-concurso de acreedores. La empresa, con 70 empleados, había entrado en pérdidas al reducirse sus ventas un 30% en los dos últimos años. Al principio el empresario aportó dinero pensando en una corta crisis, hasta que se dio cuenta de que estaba echando agua en una cesta y solicitó el pre-concurso de acreedores para poder reflotarla y salvarla.

Como sabía que ni él ni nadie en el comité de dirección era capaz de gestionar la reconversión necesaria, ya que eran los que la habían llevado hasta allí sin acertar a reestructurarla, decidieron buscar ayuda externa. Acudir a un head-hunter para encontrar a un profesional experto en reestructuraciones resultaba largo y caro. Debían pagar una cara tarifa de selección sin garantía de resultados, cosa que descartaron porque solo tenían cuatro meses para levantar el pre-concurso y la escasa tesorería debía dedicarse a otros fines.

Así pues decidieron acudir a Reimatel Management y alquilar un directivo con experiencia demostrada en gestionar empresas en concurso, lo que hicieron en la modalidad de interim-management full-time durante cuatro meses, con opción a contratarlo posteriormente en nómina como gerente si conseguía reflotarla. No había coste inicial de selección y tenían la garantía de que si no funcionaba, se lo sustituiríamos por otro en un plazo muy breve. El directivo se incorporó a los cuatro días de solicitarlo.

Al entrar, el gerente se encontró con carencias importantes en el cuadro directivo. En primer lugar, no disponía de información financiera fiable para tomar decisiones, por lo que una de sus primeras medidas fue solicitarnos un director financiero a dedicación parcial de media jornada en head-renting, que se incorporó al cabo de tres días. También nos solicitó un director técnico igualmente a media jornada para asegurar la productividad en el proceso de producción, que se incorporó al cabo de una semana. La idea era continuar con el servicio de head-renting para ambos de manera permanente si funcionaban bien.

Este equipo directivo contratado en head-renting, junto con el empresario, plantearon un ERE que permitió adecuar la plantilla a las necesidades reales de la empresa y diseñaron un plan de viabilidad que consiguió la colaboración de los principales acreedores para reestructurar la deuda y mantener la empresa en funcionamiento con rentabilidad.